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Primer Ministro de Islandia evade pregunta pero la respuesta lo alcanza

Llegó al poder después del colapso financiero del país mientras escondía de los bancos islandeses su posesión de millones offshore invertidos en bonos.

Por Ryan Chittum, Jóhannes Kr. Kristjánsson, Bastian Obermayer, y Frederik Obermaier

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REYKJAVIK— El 15 de mayo de 2014, el Primer Ministro de Islandia se presentó ante el parlamento para responder preguntas sobre qué tan agresivo sería su gobierno en cuanto a investigar evasores de impuestos y estafadores que utilizan compañías offshore. ¿Seguiría el ejemplo de Alemania de comprar datos reveladores a los informantes offshore?

El Primer Ministro, Sigmundur David Gunnlaugsson, contestó con evasivas.

Estuvo de acuerdo con que era “extremadamente importante que la gente trabajara junta en esto”, pero que la información que se obtuviera fuera “realista y útil” no estaba claro, añadió además que el confiaba en que los funcionarios del fisco tomarían la decisión correcta.

Lo que no se sabía era que los archivos que Islandia estaba considerando comprar incluían compañías vinculadas con el Primer Ministro y con al menos dos otros miembros importantes de su gabinete.

Estos descubrimientos vienen de millones de archivos secretos obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus siglas en inglés), el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y otros medios asociados. Más de 11 millones de documentos (correos electrónicos, transferencias monetarias y detalles de incorporación a la compañía de 1977 a diciembre de 2015) muestran el funcionamiento interno del bufete panameño Mossack Fonseca, uno de los agentes más grandes que registra compañía fantasma en el mundo offshore. Los archivos revelan información confidencial acerca de 214 488 entidades registradas por individuos y compañías en más de 200 países y territorios, incluyendo una compañía creada en el año 2007 en las Islas Vírgenes Británicas, llamada Wintris Inc.

La saga offshore de Gunnlaugsson

Sigmundur David Gunnlaugsson subió al poder en una ola de enojo en contra de los bancos durante las secuelas de la crisis financiera en Islandia, la cual vio la caída espectacular de tres grandes bancos en tan solo unos pocos días en octubre de 2008, tras años de especulación y auto contratación (self-dealing). Gunnlaugsson, un periodista y personalidad de la radio y la televisión (quien además ganó el tercer lugar en un concurso de los hombres más sexis de Islandia en 2004), dirigió un grupo llamado InDefence después del colapso que hizo campaña para que Islandia rechazara rescatar a los acreedores internacionales de billones de dólares en depósitos en los bancos. En dos referéndums nacionales, los votantes se pusieron de parte de InDefence, y la exitosa campaña ayudó a llevar a Gunnlaugsson y a su partido al poder.

En enero de 2009 el Partido Progresista eligió a Gunnlaugsson, un nacionalista quien una vez se había puesto bajo una dieta estrictamente islandesa, como su presidente, para poner una cara nueva en el partido que tuviera raíces en el pasado agrario de Islandia. Con 38 años de edad, se convertiría en el primer ministro más joven de la historia en 2013, con promesas de luchar enérgicamente contra los acreedores extranjeros, ofreciendo una reducción de la deuda a los propietarios de casas en dificultades y programas para terminar con la austeridad. Como Primer Ministro, el gobierno de Gunnlaugsson alcanzó un acuerdo con los acreedores en 2015 que su antiguo grupo InDefence criticó por considerarlo demasiado generoso.

Los documentos de Mossack Fonseca muestran que la familia de Gunnlaugsson tenía grandes intereses personales en el desenlace para los acreedores bancarios, todo esto sin que los islandeses supieran al respecto.

En diciembre de 2007, Gunnlaugsson y su esposa, Anna Sigurlaug Pálsdóttir, le compraron Wintris Inc. a Mossack Fonseca mediante la sucursal en Luxemburgo de Landsbanki, uno de los tres bancos grandes de Islandia. La pareja utilizó la compañía fantasma para invertir millones de dólares provenientes de herencias, de acuerdo con un documento firmado en 2015 por la esposa del primer ministro, quien es hija de un vendedor islandés de autos de Toyota, luego de que Mossack Fonseca le preguntara de dónde había obtenido el dinero.

“Los bancos islandeses crearon sucursales, en Luxemburgo y Reino Unido, por ejemplo, y lo que hicieron fue crear compañías offshore para que sus clientes pudieran dejar sus bienes”, declara Rob Jonatansson, un abogado de Reykjavik, la capital islandesa, quien dirigió la resolución de un banco más pequeño que también colapsó, sin referirse específicamente a Wintris. “Las compañías offshore proporcionan la oportunidad de evadir impuestos, oportunidad que probablemente algunos aprovecharon”.

Los archivos de Mossack Fonseca no revelan dónde Wintris invirtió su dinero, sin embargo registros judiciales muestran que Wintris tenía inversiones significativas en los bonos de cada uno de los tres bancos más grandes Islandia. Esos registros mencionan a la compañía como un acreedor con millones de dólares en reclamos en las bancarrotas de los bancos.

La lista de procesos de liquidación de Landsbanki mostraba a Wintris como acreedor en noviembre de 2009 con derecho a 174 millones de coronas, aparentemente en bonos de Landsbanki. Wintris también aparece tres veces en las listas de reclamos del banco Kaupthing en enero 2010, por bonos con un valor de 221 millones de coronas. También tenía bonos en Glitnir con un valor de 114 millones de coronas, un derecho que Wintris le vendió a un inversionista islandés después del colapso, de acuerdo con una persona familiarizada con el reclamo (Gunnlaugsson ha criticado que fondos extranjeros compraran tales derechos como “buitres”). En total, Wintris reclamó casi $4 millones de dólares en bienes en los bancos según la tasa cambiaria actual y $8 millones con la tasa cambiaria anterior al colapso. Además Wintris puede haber tenido otros bienes, tales como acciones en la bolsa, que no aparecen en las declaraciones de bancarrota de los bancos.

Gunnlaugsson era copropietario de Wintris junto con su esposa cuando entró al parlamento en abril de 2009 y continuó escondiéndolo del ojo público hasta que llegó a la posición de primer ministro, de acuerdo con los archivos obtenidos por el ICIJ. Al no declarar su posesión de estos bienes puede haber violado las reglas de ética de Islandia, aunque el primer ministro lo niega. Los bonos de Wintris aún tienen un valor considerable, van de aproximadamente un 15 a un 30 por ciento de su valor nominal.

En el último día de 2009, Gunnlaugsson le vendió su mitad de Wintris a su esposa por un dólar, de acuerdo con los documentos de Mossack Fonseca.

El 15 de marzo de 2016, Pálsdóttir escribió una publicación en Facebook revelándole la compañía offshore al público por primera vez. En la publicación dijo que “La presencia de la compañía nunca ha sido un secreto”. Pálsdóttir escribió que ella había creado Wintris en 2007 cuando todavía no estaba claro si la pareja se iría a vivir a otro país y que era un vehículo de inversión para los fondos que recibió cuando el negocio de su familia se vendió.

La publicación en Facebook vino cuatro días después de que Reykjavik Media y SVT (televisora pública sueca), asociados de ICIJ, le preguntaran al primer ministro acerca de Wintris en una entrevista grabada en video. En esa entrevista, SVT le preguntó a Gunnlaugsson si él alguna vez había tenido una compañía offshore.

“¿Yo? No. Bueno, las compañías islandesas para las que he trabajado tenían conexiones con compañías offshore, inclusive la — ¿cómo se llama? Los sindicatos de trabajadores. Así que tendría que haber sido mediante ese tipo de arreglos, pero siempre he mostrado todos mis bienes y los de mi familia para los impuestos. Entonces ninguno, ninguno de mis, de mis bienes ha estado alguna vez escondido en ningún lugar Es inusual que a un político islandés se le haga esta pregunta. Es casi como si me estuvieran acusando de algo, pero puedo confirmar que nunca he escondido ninguno de mis bienes".

Cuando se le preguntó lo que sabía acerca de Wintris, Gunnlaugson dijo, “Bueno, es una compañía, si mal no recuerdo, que está asociada con una de las compañías en las que fui miembro de la junta directiva y que tenía una cuenta, la cual como he mencionado, ha estado en la cuenta de impuestos desde que se estableció. Así que ahora me estoy empezando a sentir incómodo con estas preguntas porque suena como si me estuviera acusando de algo cuando me pregunta acerca de una compañía que aparece en mi declaración fiscal”.

Poco después, Gunnlaugsson se levantó y se fue de la entrevista.

En la publicación de Palsdottir en Facebook cuatro días después, ella dijo que los bienes de Wintris Inc. Eran solamente suyos y que un error del banco había llevado a que Gunnlaugsson apareciera como copropietario. Cuando se descubrió el error en 2009, ella se convirtió en la única dueña, según dijo. Los documentos de Mossack Fonseca muestran que Gunnlaugsson firmó el documento vendiendo su parte de Wintris a Palsdottir.

Pálsdóttir dijo que los bienes provenían de su parte de la venta del negocio de su familia. Además declaró que siempre pagaba todos los impuestos que debía por causa de Wintris. Su firma de impuestos, KPMG, también dijo que había declarado las ganancias de Wintris.

“Como se ha explicado públicamente, al establecer esta compañía, el Primer Ministro y su esposa se han adherido a la ley de Islandia, lo que incluye declarar todos los bienes, valores e ingresos en la declaración de impuestos islandesa desde 2008”, indicó un portavoz de Gunnlaugsson en una declaración.

No está claro si los puestos políticos de Gunnlaugsson beneficiaron o perjudicaron el valor de los bonos. La pregunta "es una muy complicada”, dijo Þórólfur Matthíasson, un economista de la Universidad de Islandia. “Nadie que no sea el PM puede contestar esa pregunta”.

El portavoz de Gunnlaugsson dijo, “en los últimos años, el trabajo en política del Primer Ministro Gunnlaugsson se ha caracterizado primordialmente por su determinación para asegurar, en la medida de lo posible, que los intereses de los ciudadanos de Islandia sean prioritarios sobre los intereses de los reclamantes de los bancos fallidos. Tanto sus palabras como sus acciones confirman esto”.

Las élites políticas juegan offshore

Los documentos también eleven preguntas acerca de las actividades financieras de otras élites políticas islandesas y sobre si se beneficiaron de algunas de las mismas prácticas que los ejecutivos de negocios que tanto indignaron a sus electores.

“No he tenido ningunos bienes en paraísos fiscales ni nada por el estilo”, declaró Bjarni Benediktsson, el Ministro de Finanzas y Economía de Islandia, quien también ha sido un aliado político importante para el Primer Ministro Gunnlaugsson, en una entrevista televisada en Febrero de 2015.

Pero Benediktsson, junto con dos empresarios islandeses, era propietario y compartía un “poder notarial” sobre una compañía fantasma llamada Falson & Co. creada en 2005 por Mossack Fonseca en la República de Seychelles, una cadena de islas y notorio paraíso fiscal en el Océano Índico, de acuerdo con los documentos offshore. Un poder notarial implica que los tres hombres tenían el poder para aprobar transacciones por la compañía.

Falson & Co emitió acciones al portador, instrumentos de la bolsa, que le dan propiedad sobre un bien a quien posea el certificado físico de la acción. Debido a que las acciones al portador no están registradas bajo el nombre de nadie, brindan una capa adicional de confidencialidad y por esto mismo han sido declaradas como ilegales en muchos países ya que se usan mucho para cometer fraude y evasión de impuestos. Falson se utilizó como compañía fantasma hasta que fue eliminada del registro de compañías en Seychelles en 2012, de acuerdo con los documentos de Mossack Fonseca. Benediktsson no declaró ser dueño de esta compañía ni al parlamento ni al público.

Cuando ICIJ y su medio asociado Süddeutsche Zeitung le cuestionaron acerca de Falson, Benediktsson confirmó que había sido dueño de un tercio de Falson, la cual indicó que había sido creada para tener cuatro apartamentos en un edificio en construcción en Dubái. “Una sociedad de cartera es un asunto de conveniencia así que lo único que importa es que todos los asuntos sean manejados por una entidad legal. Los bienes fueron vendidos antes de la entrega de los apartamentos ya que los dueños de Falson & Co decidieron echarse para atrás en 2008 y los bienes eventualmente se vendieron con pérdidas. Mi parte como dueño de estos bienes ha sido información pública desde hace años”.

Los bienes raíces en Dubái fueron reportados en 2010 por el periódico islandés DV, luego de que obtuviera correos electrónicos acerca de la inversión.

“No tenía intención ni necesidad de esconder mi calidad de dueño,” dijo Benediktsson. “Declaré que era propietario de la compañía a las autoridades fiscales en Islandia”. Al preguntarle porque no declaró su participación en Falson al parlamento, Benediktsson dijo, “Las reglas (de divulgación) se implementaron en mayo de 2009. En ese momento, yo no tenía ningún negocio activo ni bienes raíces declarables”.

Sin embargo, Benediktsson luego le proporcionó una carta a ICIJ, de uno de sus socios en Falson, que decía que el negocio de la compañía no finalizó hasta setiembre de 2009. Benediktsson había dicho que la compañía no estaba active después de que se cancelara el acuerdo de compra en noviembre de 2008. “Desde ese momento Falson & Co. ya no estaba en control de la propiedad”, declaró. “Hasta que se encontró un nuevo dueño, el único propósito de Falson & Co. era esperar para que se hiciera el reembolso”.

Acerca de la entrevista el año pasado donde negó tener bienes en paraísos fiscales, Benediktsson dijo, “Tengo que admitir que no estaba consciente del hecho que la compañía estaba registrada en Seychelles lo que calificaría como un paraíso fiscal, contrario a Luxemburgo. Tenía entendido que era una compañía en Luxemburgo”.

Otro miembro del gobierno actual, Ólöf Nordal, la ministra del interior, también controlaba una compañía secreta creada en las Islas Vírgenes Británicas en noviembre de 2006, de acuerdo con los documentos. Así como Wintris y Falson, Dooley Securities SA fue adquirida de Mossack Fonseca mediante una subsidiaria de Landsbanki en Luxemburgo, el segundo banco más importante de Islandia. Nordal tenía un poder notarial sobre Dooley Securities con su esposo, Tomas Mar Sigurdsson, quien ahora es el jefe operativo de la unidad de productos primarios globales de Alcoa (la empresa gigante de explotación de aluminio), de acuerdo con los documentos, y las acciones en la compañía se tenían bajo el mismo nombre en Landsbanki, Luxemburgo. En agosto de 2007, Sigurdsson aparentemente comprometió las acciones de Dooley, de acuerdo con Landsbanki, como garantía subsidiaria para un préstamo del banco, el cual colapsaría poco menos de un año después.

Cuando ICIJ le preguntó acerca de Dooley Securities, Sigurdsson dijo que Landsbanki le aconsejó crear la compañía para tener las ganancias de una potencial venta de sus participaciones accionarias de Alcoa. “Esto nunca pasó, yo nunca me acogí a esa opción nunca transferí ningunos fondos a la compañía,” indicó, añadiendo que no estaba al tanto del acuerdo de las acciones comprometidas.

"Para ser más claros, ni mi esposa ni yo, fuimos en ese tiempo ni en ningún tiempo después los dueños de las acciones en Dooley Securities”, indicó Sigurdsson. “Nosotros no poseemos y nunca hemos poseído ninguna compañía offshore"

Los documentos también demuestran que Hrólfur Ölvisson, el director ejecutivo del Partido Progresista de Gunnlaugsson e importante consejero del primer ministro, está asociado con dos compañías en la información adquirida: Selco Finance Ltd. y Chamile Marketing SA. En 2005, antes de convertirse en presidente del partido, Ölvisson transfirió el control de Selco Finance a Finnur Ingólfsson, quien también había sido un representante del Partido Progresista quien ayudó a liderar la compra de Kaupthing cuando fue privatizada.

Ölvisson dijo que las compañías fueron creadas para vender seguros y otros productos en Islandia. “Todo lo que ha sido conectado a mí ha sido legal”, dijo Ölvisson, añadiendo además que las compañías no habían operado por años. “He tenido contadores y todo respecto eso. No hay ningún problema”.

Ingólfsson indicó que Selco fue adquirida por una compañía de seguros que él dirigía y que “la adquisición no estaba relacionada de ninguna manera con beneficios fiscales”.

Los raptores vikingos

Islandia era un remanso financiero hasta hace relativamente poco tiempo. El país no tuvo mercado bursátil hasta 1985 y sus grandes y constantes bancos eran estatales. El país hizo movimientos significativos para liberalizar su economía en la década de 1990, apuntando a “aumentar la eficiencia económica al eliminar las distorsiones inherentes a que el Estado fuera el propietario”. El gobierno le vendió sus bancos al sector privado a finales de la década de 1990 y principios de la del 2000 y una entrada de capital extranjero estimuló una expansión épica por la industria financiera nacional. Al llegar el año 2008, los bienes de los tres bancos más grandes, Kaupthing, Landsbanki y Glitnir, se habían inflado hasta alcanzar los $180 mil millones de dólares, 11 veces el tamaño de la economía nacional, en una de las burbujas financieras más grandes de la historia.

Medios noticiosos elogiaron a los negocios y a los titanes financieros y los bautizaron como los nuevos raptores vikingos (New Viking raiders). La élite económica del país obtuvo miles de millones de dólares de negocios extranjeros y traía a artistas como Elton John y 50 Cent para fiestas privadas. Los pescadores se convirtieron en banqueros de inversión. El mercado bursátil islandés se disparó un 800 por ciento de 2001 a 2007.

Después se cayó a pedazos en tan solo tres días en octubre de 2008.

Los tres bancos principales de Islandia colapsaron y se llevaron consigo la economía nacional a una depresión. El mercado bursátil colapsó un 97 por ciento de su punto más alto. El valor de la moneda islandesa, la corona, cayó a la mitad del que tenía.

Islandia nacionalizó los grandes bancos e incumplió con los depósitos de inversionistas extranjeros, lo que provocó pleitos diplomáticos en Reino Unido y Holanda. Miles protestaron frente al parlamento, arrojándole rocas y fuegos artificiales al edificio, y eventualmente ayudaron a traerse abajo al gobierno. El parlamento acusó y procesó al entonces primer ministro, Geir Haarde, por negligencia en ejercicio, y en un movimiento muy significativo, la corte lo condenó por no haberle informado a su gabinete acerca de los eventos más importantes en la crisis.

En medio del caos, quedó claro que muchos de los banqueros más grandes de Islandia le habían prestado dinero a sus secuaces mediante compañías offshore y habían manipulado el mercado para que los bancos se vieran más sanos de lo que en realidad eran.

Las personas enteradas hicieron lo anterior al prestarse decenas de miles de millones de coronas (cientos de millones de dólares) entre sí, los dueños de los bancos y sus asociados favoritos, lo que les permitió llenarse de acciones en los bancos islandeses sin correr ningún riesgo ellos mismos. Esto engañó a inversionistas y reguladores y los hizo creer que había una demanda real para las acciones bancarias islandesas en los mercados. En algunos casos, las personas enteradas simplemente saquearon los bancos, hacienda que les prestaran vastas sumas de dinero a ellos mismos y a sus amigos para comprar acciones y después hacienda que el banco les comprara las acciones a ellos por un valor mayor al que tenía el mercado cuando los bancos se vieron en problemas.

Desenredando los nudos

Islandia, es el único gobierno, entre los gobiernos occidentales, que ha procesado legalmente a sus más grandes banqueros, enviando al menos a dos a docenas a la cárcel. Cuatro de los siete funcionarios bancarios más importantes, así como cada uno de los accionistas mayoritarios de los tres bancos más grandes controlaba compañías offshore registradas mediante Mossack Fonseca. Pero las transacciones eran tan complicadas, gracias a la ayuda de Mossack Fonseca y otros, que las irregularidades y las compensaciones todavía se están siendo resueltas más de siete años después del colapso. Puede que algunas de ellas nunca se descubran.

“Definitivamente algo está pasando sin detectar en el radar”, dijo Olafur Hauksson, quien lideró la Oficina del Fiscal Especial creada después del colapso, en una entrevista antes de que se revelara la información obtenida por ICIJ y Süddeutsche Zeitung. Hauksson era el musculoso jefe de la policía de Akranes, un pueblo pesquero de 6 600 habitantes cuando se convirtió en fiscal especial. Era el único islandés que quería aceptar ese trabajo.

A pesar de su éxito en encarcelar a los principales participantes, Hauksson dijo que la confidencialidad que otorga la industria offshore significa que hay cosas de las que él no se ha enterado.

"Ves compañías tal vez de las Islas Caimán o de Tórtola o algo así, hay bancos que tienen sucursales en Luxemburgo pero que realmente están (son) ubicados en Islandia”, indicó Hauksson. “esto hace que te sea muy difícil ver claramente el panorama de eventos. Tienes fracturas en tres lugares, unirlas es un esfuerzo enorme, y requiere que tengas cooperación en varios campos y conocimiento para saber qué buscar”.

Endeudados con los bancos

Los documentos obtenidos por el ICIJ detallan el papel más amplio que jugó Mossack Fonseca en una máquina global de discreción y secretos que ayuda a los ricos y a los poderosos a esconder sus negocios y a mantener más de su dinero, lo que resulta en otros contribuyentes teniendo que pagar más impuestos. Los documentos también sacaron a la luz los lazos estrechos entre las élites en esta isla húmeda y ventosa compuesta de 329 000 ciudadanos.

“Islandia es tan pequeña, y conocemos a la persona, y conocemos a la familia de la persona”, dice Vilhálmur Bjarnason, un miembro del parlamento y un académico que fue uno de los primeros en advertir acerca de las prácticas rápidas y descuidadas de los bancos del país.

La programación de algunas de las actividades del futuro primer ministro coincide con aquellas de las compañías controladas por empresarios islandeses controversiales.

Wintris y dos otras compañías no relacionadas de acciones al portador controladas por islandeses abrieron, cada una, cuentas bancarias separadas en Credit Suisse en Londres el mismo día en marzo de 2008 como muestran los documentos. Cada una de las tres compañías tenían los mismos consejeros dominicales, testaferros brindados por Mossack Fonseca para sellar las decisiones de simple formalidad mientras se ocultan las identidades verdaderas de los dueños. Las tres compañías (Wintris, Jarl Universal SA y Jade Trading Services Ltd) fueron compradas y administradas mediante la subsidiaria de Landsbanki en Luxemburgo.

Jade Trading y Jarl Universal no son compañías comunes y corrientes. Estaban controladas por o asociadas con los participantes poderosos de Landsbanki quienes han sido investigados, pero no acusados, en el escándalo de manipulación de mercados que sacudió a Islandia.

Jade Trading Services estuvo controlado de 2004 a noviembre de 2007 por el presidente de Landsbanki, Björgólfur Guðmundsson y por Andri Sveinsson, quien trabaja para el hijo de Guðmundsson, Björgólfur Thor Björgólfsson, el hombre más rico de Islandia.

En enero de 2008, Jade Trading emitió un poder notarial a Sigurdur Bollason, un inversionista islandés quien utilizó otras compañías para asegurarse $144 millones de dólares en préstamos sin garantía fiduciaria de Landsbanki, Kaupthing y Glitnir durante el verano de 2008 para comprar acciones en los dos bancos. Bollason fue llamado como coacusado en una demanda colectiva y fue objeto de allanamientos de Hauksson en Luxemburgo acerca del escándalo de manipulación del mercado. Bollason no ha sido acusado.

Mientras tanto, Jarl Universal, también era controlada por Bollason y estaba vinculada con otras compañías que controlaba, incluyendo una que envío dividendos por la suma de $622 000 dólares a la cuenta bancaria en Landsbanki (Luxemburgo) perteneciente a otra de sus compañías fantasma, cuatro días antes de que Landsbanki fuera embargado por el gobierno.

Aún con la información revelada con los archivos de Mossack Fonseca, sigue sin estar claro exactamente qué sucede con éstas compañías. Aunque el bufete panameño es un vínculo clave en la cadena de secretos utilizada para los planes bancarios islandeses, es solo uno de los vínculos. Para tener un panorama completo se requiere echar un vistazo al interior de los bancos, a los consejeros de inversión y a otros bufetes conectados con las compañías fantasmas.

“Algunos de los casos han sido tan complejos que no llegas realmente a ver lo que en verdad está ahí,” dice Hauksson, el fiscal especial. “¿Quién es la verdadera persona detrás de todo esto? Y esa será la batalla entre los investigadores y quienes quieren tener el dinero escondido.”

Las autoridades fiscales de Islandia terminaron comprándoles a los denunciantes una pequeña porción de la información de los documentos de Mossack Fonseca con la esperanza de encontrar evasores de impuestos y recuperar ingresos perdidos. Los documentos comprados incluyen información acerca de Wintris, la compañía fantasma ahora propiedad únicamente de la esposa de Gunnlaugsson.

A la fecha, las autoridades no han dicho nada públicamente acerca de lo que han descubierto.